A pesar de que para muchos se haya convertido en un tradicional destino de sol y playa algo masificado, la República Dominicana sigue manteniendo ese encanto natural que ha hecho que muchas personas lo hayan elegido durante años para sus vacaciones.
Y es que a pesar del volumen de gente merece la pena hacer una visita a esta isla caribeña (compartida con Haití), que ofrece increíbles playas de arena blanca y aguas cristalinas en entornos que a menudo ofrecen todo lo que necesitas a tu alcance.
Es el caso de la popularísima playa de Boca Chica, ubicada en la Bahía de San Andrés de la provincia Santo Domingo.
Es el caso de la popularísima playa de Boca Chica, ubicada en la Bahía de San Andrés de la provincia Santo Domingo.
Sus características naturales son magníficas, y es que cuenta con una larga extensión de finísima arena blanquecina y unas aguas color turquesa tan cristalinas como el agua de una piscina. Además, la playa de Boca Chica cuenta con un rompeolas natural que hace llegar las aguas calmas a la orilla y también con un manantial de agua dulce procedente del río subterráneo Brujuelas.
A pesar de lo anterior, la playa no es tan paradisíaca en cuanto al entorno que la rodea: habiéndose convertido en uno de los destinos más turísticos de la isla, su entorno urbano se encuentra repleto de edificios de apartamentos, hoteles, restaurantes, discotecas o comercios, por ejemplo.
Aunque esto puede verse desde un punto de vista positivo o negativo, podemos asegurarte que al caer la noche son muchas las familias que prefieren alojarse en otra zona dada la mala reputación que tiene la zona cuando se va el sol.
Un consejo: no dejes pasar la oportunidad de probar algunas de las especialidades gastronómicas de Boca Chica como los yaniqueques, el pescado frito o la mamajuana, ¡son deliciosos!
